viernes, 21 de febrero de 2014

Doble ración de Tachenko en el Bukowski. Grandes!

Qué bien viene de vez en cuando dejarte ver por las distintas salas de concierto cercanas para que te deleiten con buena música y hacerte olvidar por un momento los problemas cotidianos de este mundo que cada vez apesta más.

Ayer, tenía intención de ir a la sala Bukowski de Egia (SS) para ver en directo por primera vez a Tachenko, uno de esos grupos que has escuchado algo, y por referencias de lo que lees en revistas y sus apariciones en cantidad de festivales, presupones interesante, aún sin haber seguido su trayectoria musical. En definitiva uno de esos grupos que te da la espina de que va a valer la pena.

A punto estuve de no ir, al ver como el día se truncó con la entrada de una galerna, una más, que no tenía buena pinta. Pero bueno, hacia las 20:00, cuando me libré de mis tareas, observé que el viento había amainado un poco y que la lluvia era escasa, asi que decidí ir. Y ahí me planté, en el Bukowski, para las 20:20, con cierta inquietud porque no había comprado la entrada y no sabía si habría alguna para mi. Iluso, me llamará alguno, quizás con razón, conociendo a la parroquia donostiarra y siendo jueves... Allí no había ni cuatro gatos, quizás era demasiado pronto aunque el concierto estaba anunciado para las 20:00. Como me conocía el percal, compré la entrada y me fui a comer un pintxo con una cerveza en el Bar Estrella. Y cuando volví, "aiba si ya ha empezado", dije. Entré y noté algo extraño, o la cerveza me había afectado demasiado o esos que tocaban sobre el mini escenario no eran Tachenko. Efectivamente era lo segundo. Y es que, tres de los miembros de Tachenko, el bajo, el teclado y el bateria, han formado otro grupo y aprovecharon la visita a Donostia para darse a conocer. Como ya habían empezado para cuando llegué no me quedé con su nombre. Pero bueno, tengo que decir que sonaba decente.

Después de media hora, llegaba la hora de Tachenko, y como estaba todo preparado en 10 minutos comenzó el concierto. Las 21:10 en mi reloj, y es cuando descubrí por qué se llama Tachenko este grupo. Y es que Sergio Vinadé, guitarra y voz, tiene un gran parecido físico con el mítico jugador de baloncesto de la unión soviética de los 80, que fue conocido por su gran estatura (2,21m) y su profuso bigote. 

 

Comenzaron algo titubeantes y con algunos desajustes de sonido, y es que no es fácil calibrar tanta guitarra en un mini escenario como el del Bukowski. Había canciones en las que había cuatro guitarras, dos eléctricas, un bajo y una española. Y de repente empezó todo a cambiar. El punto de inflexión fue cuando tocaron La resistencia de su anterior disco y comenzaron a encadenar las canciones de su nuevo disco, El amor, las mayorias. Momento en el que el concierto empezó a subir de intensidad, los problemas de sonido se subsanaron y todo empezó a fluir. Grandes melodías poperas con mucho guitarreo que hicieron las delicias del algo más de medio centenar que se acercaron a ver a los maños.

A mi me gustaron bastante, y creo que al público en general también. Grandes Tachenko! tendré que seguir haciendo caso ami intuición de posibles buenos conciertos, hasta ahora me está sirviendo para conocer a muy buenos grupos.

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