Por fin he cogido un hueco en mi apretada agenda para poder hablaros de una nueva experiencia musical en un festival. En este caso os hablaré de lo que fue mi estancia en el BEC para disfrutar de la segunda edición del
BIME, con un cartel mucho más interesante que el primer año y que en general cumplió con las expectativas.
Aunque ya ha pasado bastante tiempo todavía recuerdo con emoción una primera jornada espectacular en la que gocé como un niño con zapatos nuevos. Llegué al BEC justo cuando empezaba
The Barr Brothers. Un par de canciones me bastaron para observar la calidad del folk-rock de los americanos. Disfruté con
Even the Darkness Has Arms de su último disco de éste mismo año y salí para gozar con la primera piedra de toque.
Imelda Mey. Tenía muchas ganas de ver a esta pedazo de artista en directo con su último disco
TRIBAL. Era la noche de Halloween y supieron interpretarlo bien. Salieron disfrazados de fantasmas, personajes de la familia Adams y grande el contrabajo vestido del personaje principal de la Naranja Mecánica. ¿En cuanto a la música? geniales. Nos hicieron bailar como posesos y supieron ralentizar con algún Blues para que no nos ahogáramos con tanto baile. Actitud y música rockabilly que encendió el BEC.
Sólo eran las 21:00 de la noche, asi que con lo que faltaba aquello prometía mucho.Después vino una de las gratas sorpresas del BIME.
Thurston Moore fue uno de los últimos nombres en ser confirmado por los organizadores. Y la verdad, era un nombre que al principio no me decía nada. Hasta que supe que Thurston era el
líder de Sonic Youth. Ahí es nada. Y desde luego que demostró sus raices de rock profundo. Me encantó.
Rock cocinado a fuego lento, con distorsiones que golpean tus entrañas y una calidad musical sólo al alcance de los grandes. Oh my God! Había que estar preparado para este concierto, y algunos demostraron no estarlo tapándose los oídos ante las largas distorsiones que no estaban hechos para oídos finos. Mereció la pena dejar de ver a Fuel Fandango, que seguro que encendió también el teatro, pero a todo no se puede llegar y al haber visto unas cuantas veces a Nita y Modjo Project decidí adentrarme en las entrañas del underground más profundo.
Las revoluciones iban aumentando en mi interior, más aún cuando seguido actuaba otra gran artista a la que ansiaba ver, tras haber estado por nuestros lares y no poder acudir. Me refiero a
Anna Calvi. Aunque es cierto que tuvieron problemas técnicos y comenzó con 20 minutos de retraso, la inglesa de ascendencia italiana enamoró con su voz y sus canciones, dejando claro que es una competencia más que digna a la gran PJ Harvey. Y eso que se tuvo que rehacer a un mal comienzo, quizás por los nervios de los problemas que habían tenido anteriormente. Se rehízo, y sacó todo el poderío que tiene desde su alma para hacernos vibrar con
One Breath. Elegante, seductora, preciosa a la vez que oscura e intrigante. Un ángel negro, tan dulce como desgarradora.
Salir del teatro de los sueños supuso un gran contraste ya que
Basement Jaxx la estaban liando gorda en el escenario 2. Supuso también cerciorarse de que la primera jornada del BIME atrajo a mucha más gente que el año pasado. El escenario 2 era una auténtica fiesta en la que la gente bailó sin parar.
Tras ellos, llegaba el cabeza de cartel de la 1ª jornada.
Placebo. No estuvieron mal, pero la gente se quedó con ganas de más canciones conocidas. Es lo que pasa cuando tienes un nuevo disco que promocionar y éste no engancha como los anteriores. La gente quiere escucar las canciones de siempre y no el último disco que no ha gustado tanto. Dejémoslo en que estuvieron correctos, pero que se salvaron por los pelos.
La noche estaba siendo interesante musicalmente y tras Placebo llegaba la hora de disfrutar de la noche en otro sentido ya más fiestero sin importar demasiado la música. Y sí, diversión hubo y mucha. Primero disfruté como nunca con
Zea Mays, el grupo local que tantas veces he visto hizo disfrutar ante un publico numeroso que coreaba sus canciones. No lo voy a negar, yo también lo hice, Y es que canciones como
Besterik ez naiz y Negua joan da lo merecen, y si encima van seguidas disfrutas de placer. Pero no se quedó en eso Aiora Rentería, ya que la cantante bilbaína sorprendió a todos, a mi si por lo menos, haciendo un cambio de giro en plena canción y comenzando a versionar el
Get Lucky de
Daft Punk. Ojiplático me quedé. No sé si lo ha hecho en otras actuaciones, yo no lo he visto, pero quedó de fábula.
Y tras Zea Mays, el despiporre, la locura total y el fiestón en mayúsculas vino de la mano de
FM Belfast. Los Escandinavos se dejaron el frio en su tierra y encendieron el BEC a una temperatura peligrosa. Mamma mia, qué grandes. Os recomiendo verles en directo.
Dance rock discotequero, con canciones rompe pistas como Right Now que van directos a convertirse en himnos que hicieron disfrutar a lo grande.
El sábado ya fue otra historia. Al cansancio acumulado de la primera jornada se sumó el hecho de que musicalmente no fue tan bueno, además de que atrajo a algo menos de gente. Aún y así, se acercaron a los 10.000 cuando el día anterior había cerca de 11.000 según los organizadores, sin duda bastante más que los escasos 8.000 por jornada que acudieron el año pasado.
Llegué con
The Coup liándola con su hip hop y su buen directo, pero no es un grupo que me enganche así que esperé a
The Orwells pacientemente. Descubrimiento curioso con buenas canciones pero quizás no lo suficiente para enganchar todo el concierto. Quizás estaba ansioso para lo que venía después.
Mando Diao prometía y tenía ganas de escuchar su rock fresco y directo mezclado con los temas más bailables, pero fue un auténtico chasco el que me llevé. Empezaron con
God Knows del ábum
Hurricane Bar, pero tocado de una forma no muy reconocible, al estilo más funky al que han evolucionado. Tocaron también
Down in the Past, pero pasó lo mismo, entre medias canciones del nuevo disco que no engancharon y dos canciones que se esperaban como momentazos que no fueron tales.
Gloria y Dance With Somebody no sonaron como se esperaba y además alargaron las canciones de tal forma que el concierto acabó muy pero que muy pronto. No es de recibo que venga Mando Diao y toque sólo 45 minutos. En los cuales solo dos canciones de sus comienzos, alarguen las dos conocidas malamente y poco más. 45 minutos de mala leche que me hicieron pasar, por no tocar ninguna canción de
Ode To Ocrasy (para mi el mejor disco de Mando Diao) y por todo lo citado.
Menos mal, que
The Kooks me hicieron pasar el mal trago con un buen concierto en el que desgranaron sus nuevas canciones. Aunque me llamó la atención que no tocarán ni
Is it me ni
Rosie. Aún y así dieron el callo. Y tras ellos, otro gran descubrimiento. Tenía dudas de si en un festival calaría una propuesta de post rock sin letra. Pero
Mogway son los líderes de este estilo. Y lo petaron.
Increíble puesta en escena y post rock del bueno en el que destacó sobremanera un tema que me alucinó.
Remurdered.
Tras ellos llegó
The Naional. Geniales, pero yo estaba reventado y a mitad de concierto me fui para el hotel, tras una gran edición del BIME. espero que se consolide y pueda seguir acudiendo a este gran festival.
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