Ya conté en un post anterior que tenía muchos alicientes esta fiesta y desde luego que valió la pena desplazarse hasta Bilbao sólo. Me costó un poco encontrar la sala Backstage, pero una vez ubicado, me comí un bocadillo y ala, a disfrutar de la fiesta.
Llegué a las 22:15 y el concierto de Señores ya había empezado. Recordar que el grupo que estaba anunciado era Perro, pero por enfermedad del batería del grupo murciano se han suspendido los conciertos del fin de semana, hoy tocaban en la sala Konplot de San Sebastián. La entrada a la sala fue curiosa, porque la distribución del local es muy extraña. Entras y tienes todo el público de frente, por lo que pasas por el lateral del escenario y tienes que cruzar las primeras filas para ubicarte.
Una vez ubicado, me puse a escuchar a los bilbainos Señores, y la primera sensación que tuve fue de que era más pop de lo que pensaba. No sé por qué estaba convencido de que era más rock. Además, me estaba sonando a un grupo que no terminaba de descifrar. Una vez pasadas unas canciones me dí cuenta que sí la voz y el estilo me recordaban a Ivan Ferreiro y a los Piratas. Es cierto que a mediados del concierto empezaron a intercalar canciones con más guitarras, con más sonido rockero, y se pudo atisbar el sello personal de Señores, que les está proporcionando un curso práctico de autoestima (es como se llama el álbum debut de Señores) para salir del anonimato. Buena piedra de toque para lo que venía después.
We are Standard se disfrazó por una hora en, nada más y nada menos que, en The Clash. En diciembre del año pasado presentaron en el Kafe Antzokia un directo arriesgado tributo a The Clash que se grabó convirtiéndose en el nuevo álbum que se ha publicado recientemente. La de ayer era de las primeras opciones que había para ver este directo que prometía mucho. Y vaya sí mereció. Deu Txakartegi se convirtió en Joe Strummer y con su buen rollo se metió el público en el bolsillo.
Aunque me dió la sensación de que Deu comenzó algo dubitativo, mirando mucho al atril, como si tuviera aún algo verde la interpretación de las canciones. Comenzaron con Clampdown, y con London Calling ya empezó aquello a funcionar de tal manera que el público disfrutó sobremanera, sobretodo fans de The Clash, que saltaron y cantaron en una velada que disfrutaron a tope. Y yo también, la verdad es que no recordaba que The Clash tuviera tantas canciones conocidas. Gran interpretación de We Are Standard que tocaron durante 55 minutos seguidos en un concierto intenso en el que se escucharon la mayoría de los éxitos de los británicos, Lost in supermarket, Should I Stay or Should I go now y Rock the Casbah, con el que cerraron el concierto pusieron el cierre final a un gran concierto que no tuvo bises ni canciones de WAS, ayer los de Getxo eran sólo The Clash.
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