sábado, 18 de enero de 2014

Obits: ni fu ni fa


Esperaba con cierta expectación el concierto de los estadounidenses (Brooklyn) OBITS en la sala Le Bukowski de San Sebastián. Era un día perfecto para ello. Viernes, cielo claro, pintxopote y buen ambiente en Egia para tomarse unas cervezas antes del concierto. 

Los de Brooklyn venían a Donostia para presentar su tercer disco Bed & Bugs y la verdad es que no cumplieron mis expectativas, que quizás fueran demasiadas. Aunque es un grupo que está en activo desde 2006, hay que recordar que los integrantes de OBITS tienen un largo bagaje en esto de la música. Excomponentes de Hot Snake, Drive like Jehu y Girls against Boys, demuestran que están en un periodo de madurez musical que se vio en el escenario, sobretodo  por parte de un Rick Froberg (voz y guitarra) con aspecto de estar curtido en mil batallas.




Rick Froberg en directo
El primer punto negativo de la actuación la tuvo la hora en la que comenzó el concierto. Este estaba programado paralas 20:00 de la tarde, y como dije en el post de ayer, este horario no se cumple nunca y los conciertos en esta sala no suelen comenzar antes de las 20:30. Pero de ahí a que el concierto empezase cerca de las 21:30 pues es algo que no me parece muy lógico.

Será que lo bueno se hace esperar dije. Pero nada de eso. En una sala, con solo tres cuartos del aforo lleno (unas 150 personas), y bastante presencia de gente de la provincia comenzó el concierto. Ya cuando ves a los integrantes brindar antes de comenzar con un chupito (no sé si era ron o whiski) y se lo toman a sorbitos piensas, ummm estos no son muy rockeros. Cosa que comprobé con el comienzo del concierto, algo plano y sin mucha chispa, que suele ser necesaria para caldear un ambiente que todos sabemos es bastante frio y exigente de por si por estos lares.

El rock expansivo de OBITS solo lo mantuvo en pie un Rick Froberg que mostró durante todo el concierto una actitud rockera y algo punk sobre el limitado escenario de la sala. Por momentos se intuía ese rock estadounidense clasico con cierto toque grunge y algo de surf. Y, aunque en este tercer disco han ampliado la paleta sonora, llegando a influencias de la música africana, en general no considero que hayan arriesgado mucho. Es un grupo que tiene claro lo que le gusta y lo que sabe tocar y se límita a hacer lo que sabe lo mejor posible, cosa que está bien, para qué complicarse.

Es cierto que el concierto fue ganando en intensidad poco a poco, y hubo quien comenzó a soltarse la melena bajo el escenario. El público se las prometía felices, pero cuando el ambiente se empezaba a caldear OBITS paró cuando llevaban algo más de media hora sobre el escenario, fue un pequeño parón pero rompió la buena dinámica que estaba cogiendo el concierto. Aún y así supieron retomar el hilo, y empezaron a encadenar temas que ya sonaron mejor en mis oídos, temas que me hicieron vibrar y hacer soltar las piernas, pero el gozo en un pozo. Cuando llevaban unos 50 minutos sobre el escenario y comenzaba a sentirme a gusto con el rock de los de Brooklyn, se acabó el concierto. Ni bises ni nada. La gente se quedó algo decepcionada y no es de extrañar, porque los valientes que se gastaron 15€ en la entrada esperaban algo más. Y desde luego que habiendo pagado esta cantidad, con la que está cayendo,
y siendo el único concierto de la noche, no me parece de recibo que no lleguen a 50 minutos de concierto. Por lo tanto, lo dicho. Ni fu ni fa

P.D: Gracias Axi por la entrada. Visto lo visto no hubiera pagado 15€ por ver a OBITS. Ya lo siento, espero que la siguiente crónica sea más positiva. Hasta la próxima

No hay comentarios:

Publicar un comentario